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9.1.- La tercera función
La función que se autoasignaron los fabricantes fue imponerse consensuadamente las restricciones necesarias para repartirse todo el mercado y, en consecuencia, aplicar también el incremento artificial de precios a los contadores vendidos a las compañías eléctricas.

Ello demuestra que para los fabricantes tiene mayor prioridad el viejo dicho de "los negocios son los negocios" que sus vínculos con las citadas compañías. Aunque, quién sabe, es posible que el motivo por el cual los fabricantes se autoadjudicaran la tercera función fuera la convicción de que quien roba a un ladrón, tiene cien años de perdón.

Para cumplir adecuadamente la tercera función, los fabricantes se valieron del grupo Contact, que ya había coordinado el cumplimiento de las otras dos funciones.

El plan acordado por los integrantes del grupo Contact para coordinar la aplicación de las restricciones horizontales necesarias para repartirse el mercado nacional fue el siguiente:
    - Una vez hechas públicas por las compañías eléctricas sus previsiones de compra, el grupo Contact se reunirá para consensuar el porcentaje de mercado asignado a cada fabricante.

    - Con objeto de vigilar el correcto cumplimiento de los acuerdos adoptados, el grupo se reunirá periódicamente, estando obligado cada fabricante a aportar sus datos de ventas a las distintas compañías eléctricas. Con objeto de evitar que nadie ajeno al grupo Contact pueda interpretar los documentos aportados a las citadas reuniones, éstos se confeccionarán utilizando los siguientes códigos (*):

    (*) En los documentos de febrero y marzo de 1994 de la carpeta Contact de Landis & Gyr, que son los únicos que he podido conseguir, sólo figuran cuatro fabricantes, faltando, por tanto, el código correspondiente al quinto integrante del citado grupo (Metrega)

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