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- no cobran nada por obligar sistemáticamente a la Comisión Nacional de Energía (CNE)
a tramitar por el
procedimiento de urgencia
los reales decretos y órdenes de actualización de la tarifa eléctrica, lo cual impide
a dicha Comisión cumplir adecuadamente su función de comprobar la veracidad de los datos
económicos facilitados por las compañías eléctricas (con la honrosa excepción de unos
pocos consejeros, la CNE soporta servil y calladamente el ninguneo del Gobierno).
- no cobran nada por garantizar el cobro de
12.082 millones de euros de déficit tarifario
calculados sin ningún control y utilizando métodos contables irregulares.
- no cobran nada por incumplir su obligación de establecer el control metrológico del
Estado sobre los contadores electromecánicos, gracias a lo cual, a 31.12.2009 las
compañías eléctricas llevaban cobrados
más de 8.400 millones de euros
por un servicio que no prestan (dicha cantidad se incrementa cada día en
600.000 euros)
- no cobran nada por utilizar desde 1984 el Boletín Oficial del Estado para cometer
una estafa que genera actualmente
350.000 euros diarios
y lleva reportados a las compañías eléctricas al menos la mitad de los más de 8.500
millones de euros cobrados por el servicio que no dan por no existir control metrológico
del Estado sobre los contadores electromecánicos.
- no cobran nada por utilizar a sus peones en la
Administración Pública,
en el Congreso y en los Tribunales de Justicia para encubrir o impedir la investigación
de dicha estafa y de los delitos conexos.
Puesto que las compañías eléctricas abordan impunemente las cuentas corrientes de sus
clientes gracias a la protección y a la inmunidad legal que les da el Gobierno y, según
numerosos indicios, éste podría estar recibiendo a cambio una parte del botín, se dan
las condiciones para calificar de corsarios a las compañías eléctricas.
Si aún no está convencido de ello, siga leyendo.
A finales de enero de 2010 recibí tres documentos que, unidos a una nota de prensa de
diciembre de 2009 del Ministerio de Industria, hicieron aconsejable que suspendiera la
redacción y documentación de la entrega “Contadores electrónicos: La estafa
interminable”   y me dedicara a redactar y documentar una entrega, la presente,
dedicada a analizar dichos documentos.
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