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Así pues, con la tabla y el gráfico adjuntos al escrito de 26.04.1996 del Sercobe a la
directora general de Energía son suficientes los conocimientos matemáticos de un alumno
de primero de bachiller o un simple vistazo a las curvas II y III para comprobar que
los precios de alquiler publicados en el Boletín Oficial del Estado
son muy superiores
a los que habrían resultado si hubieran sido calculados conforme a lo establecido legalmente.
Pero Pedro Rivero Torre tiene unos conocimientos superiores a los de un alumno de primero
de bachillerato, ya que es
Es evidente, por tanto, que Pedro Rivero Torre sabía en abril de 2000 que los precios
de alquiler publicados en el Boletín Oficial del Estado eran muy superiores a los que
habrían resultado si el Ministerio de Industria los hubiera calculado conforme a lo
establecido legalmente.
Entonces,
- ¿por qué Pedro Rivero Torre permitió que UNESA cometiera en su informe las diez
falsedades detalladas en el
punto 2.1
de la presente entrega?
- ¿por qué Pedro Rivero Torre permitió que UNESA afirmara en su informe que el
escrito de 26.04.1996 del Sercobe
(y, por tanto, la tabla y el gráfico adjuntos al mismo)
carece de credibilidad?
- ¿por qué Pedro Rivero Torre, a pesar de saber que yo estaba en el paro desde el
07.11.1994, permitió que su abogado,
Miguel Bajo Fernández,
al que dedicaré una entrega, me exigiera
372.435,40 euros
por haber afirmado en mi querella de 27.09.2000 [14] que
con los precios de alquiler publicados en el BOE se estaba cometiendo una estafa en
beneficio de las compañías eléctricas y que en ella estaba implicado Pedro Rivero
Torre?
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